Los metales que se encuentran en el vino pueden ser provenientes de la fruta, así como también de la maquinaria que se utiliza. Entre estos metales cabe mencionar aluminio, cobre, vanadio, manganeso, níquel, zinc, cromo, acero, plomo, estaño. Algunos son fácilmente solubles (Fe, Zn), otros difícil o prácticamente insolubles (Cu, Al, Pb, Sn).

En el caso particular de Argentina, décimo exportador mundial de vinos, se han encontrado concentraciones de metales como manganeso, plomo, molibdeno y cobalto, según estudios realizados por reconocidas universidades latinoamericanas.

Con respecto a detección de metales en vino, en el laboratorio TASQA-Ceimic Argentina, se llevan a cabo análisis, a través de acoplamiento de plasma inductivo y espectrometría de masas, para garantizar el nivel de calidad y de seguridad para los consumidores, según la normativa correspondiente.

Esta metodología está avalada por Organización Internacional del Vino – OIV (Método OIV-MA-AS323-07); asimismo, nuestros análisis están acreditados por la A2LA y la norma ISO 17025.

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